Tragicomedia de la agonica modernidad

lunes, abril 11, 2005

"La casa de las bellas durmientes"

Este es el libro que persegui por mas de 2 anios... me entere de el en un seminario de cultura japonesa... en la Catolica, y la historia me enamoro... creo que tiene que ver mas que nada con el lado humano mas oscuro...

Su autor se suicido a los 72 anios, un 16 de abril, su vida creo que estuvo marcada por la soledad de la infancia... quizas hay espacios que nunca se llenan... Yasunari es un maestro de la palabra, pudiendo describir sensaciones y sentimientos que pocas veces he visto en papel...

"Eran las cortinas de terciopelo carmesí. El carmesí era aún más profundo bajo la luz tenue. Parecía como si una delgada capa de luz flotara ante las cortinas, y él se estuviera introduciendo en un fantasma. Había cortinas en las cuatro paredes y también en la puerta, pero aquí estaban recogidas hacia un lado. Cerró la puerta con llave, dejó caer la cortina y miró a la muchacha. Ésta no fingía. Su respiración era la de un sueño profundo. Eguchi contuvo el aliento; era más hermosa de lo que había esperado. Y su belleza no constituía la única sorpresa. También era joven. Estaba acostada sobre el lado izquierdo, con el rostro vuelto hacia él. No podía ver su cuerpo, pero no debía de tener ni veinte años. Era como si otro corazón batiese sus alas en el pecho del anciano Eguchi.

Su mano derecha y la muñeca estaban al borde de la colcha. El brazo izquierdo parecía extendido diagonalmente sobre la colcha. El pulgar derecho se ocultaba a medias bajo la mejilla. Los dedos, sobre la almohada y junto a su rostro, estaban ligeramente curvados en la suavidad del sueño, aunque no lo suficiente para esconder los delicados huecos donde se unían a la mano. La cálida rojez se intensificaba de modo gradual desde la palma a las yemas de los dedos. Era una mano suave, de una blancura resplandeciente.

-¿Estás dormida? ¿Vas a despertarte?" (FRaGmento)

Publicada en 1961, La casa de las bellas durmientes es una de las últimas obras narrativas de Yasunari Kawabata, Premio Nobel de Literatura 1968. Para el lector occidental, incluso para quienes conozcan la sutileza y la finísima matización con que Kawabata aborda en toda su obra el análisis del alma femenina, esta es una obra desconcertante... un análisis lúcido y sutil del erotismo y la soledad...

Genial!!