Lebensüberdrüssig

De pensamiento, palabra, obra y omisión...
Pecar, es una palabra muy fuerte, pero lo que siempre me dio vueltas era eso de pensamiento... hago mal con sólo pensar en hacer mal??? Una de las cosas que me llamó la atención del hinduísmo era la multiplicidad de Dioses y en particular los tres para mi principales dioses, que pertenecen a la tríada Tri-murti, Shiva, Vishnú y Brahma. Y de esto lo curioso era que los dioses no tenían como ese concepto de perfección y bondad.

Shiva es el dios de la destrucción, Brahma el dios creador y Vishnu el dios preservador. Shiva es el más importante y poderoso de la trinidad, y tiene la garganta de color azul, por el veneno que tomó para salvar al mundo... detalles que no dejan de sorprenderme. Está casado con Durgâ o Parvatî, de quien se enamoró al ser disparado por una flecha de Kâma y tiene tres hijos Ganesh, Ayappa, Kârttikeya.

Shiva también es adorado como un gran asceta, cosa curiosa como lo veo, por ser el dios de la destrucción, pero lo rescatable, es que pueden ver un dios agresivo, con violencia, un rasgo muy humano, y además como un ser casado.... y a donde va todo esto?, pues que si hay un dios agresivo, podemos aceptar la agresividad en el hombre no como algo aborrecible, sino como algo normal y que en cierta medida debe de ser controlado. Pero si uno desea algo como por decirlo "prohibido" o malo... basta con eso para ser juzgado?, o son sólo los hechos los que nos condenan??

Bueno, todo esto viene de que el otro día videe la película "La naranja mecánica" (clockwork orange) con uno de mis drugos y me quedé meditando sobre eso... el tipo actúa correctamente porque es forzado al más estilo Pavlov a actuar de modo correcto, pero no porque él lo decida.

Lo cual me recuerda uno de mis libros preferidos... "Crimen y castigo" de Dostoievsky... donde el personaje principal tiene un conflicto no igual, pero relacionado. Sin ser una persona mala, en cierta medida se cree tan inteligente, que puede cometer un crimen sin ser descubierto, y esta idea empieza a obsesionarlo... nada más que decir.

Sólo el acto nos condena? o pensarlo o quererlo también??