Nuevos caminos...

He dejado lo que quedaba en tierras desconocidas
he abandonado lo que más quería
he olvidado lo que más quería recordar
he sacrificado lo que era por un debiera
he decidido vivir
aún sangro,
todo ha sido sin sorpresas


Aún el frío penetrante de la ciudad me hace sentir viva, la majestuosa cordillera me saludó de bienvenida, los colores grises de mi amada ciudad me han recibido como la visión de mi película favorita, sin embargo la soledad acostumbrada de mi vivienda me fue grata, anhelaba intensamente ese reducido espacio que acoge mi humanidad cada día, ese espacio que algunos pueden encontrar feo o muy pequeño es mi rincón, es donde no molesto a nadie, donde puedo existir sin límites, donde puedo acurrucarme en los cálidos brazos de mi humilde cama, donde no existen los lujos ni nada más que mis pequeños tesoros, donde el frío es sólo la expresión física de la soledad, donde me refugio de todos los demás.

He decidido ser feliz.

Como decía Frida, que no sabía porqué era tan sensible o estúpida, es así...
sólo hay que dejar de serlo.

Hay que disfrutar lo que hay.