Tragicomedia de la agonica modernidad

martes, agosto 24, 2004

Martes

Otro nuevo dia, con la diferencia de que me he levantado muy temprano, me subo al taxi y me dirijo al aeropuerto, las calles estan casi vacias, parece de noche y la gente que se ve pertenece a otro tiempo.

Hemos llegado, y arrastro mi pequeña maleta como si fuera la sombra de mi pasado, hago mi chequeo automatico y hago la fila para equipar mi maleta, como de costumbre, las mismas preguntas, las mismas respuestas, abandono mi carga y me voy a embarcar yo ahora, una hora antes (en realidad queda media hora), es una rutina que no solo yo he aprendido, como automatas los otros responden de igual forma al mismo estimulo, llaves y celulares en la caja plastica, bolso y chaquetas en la banda y cruzar el portal que detecta metales.

Nos separamos cada uno en busca de su destino, miras los negocios del interior del aeropuerto casi para desvanecer el tiempo, te sientas en un intento fustrado de abrazar nuevamente el sueño que dejaste abandonado en las sabanas de tu hogar y distraes la vista en los otro, aquellos desconocidos abandonados en los otros asientos, algunos buscan vacaciones y aventuras, otros (la mayoria segun yo) son como yo, presos de una rutina laboral, agradeces esas cadenas con alas, pero sueñas con el dia de que el motivo de estar ahi sean unas vacaciones... un mensaje por el altavoces me devuelve a la realidad, no es para mi y mientras el dia despierta en este mall de sueños yo escribo, o leo, o medito, algo para acompañar a mi soledad, no hay amigos ni familiares despidiendome ni acompañandome, el tiempo se contrae. Llega la hora de embarcar, todos tienen prisa y se forman como hormigas en la fila en la puerta correspondiente, yo prefiero esperar, queda tiempo. Volar siempre habia sido un sueño para mi, ahora se ha vuelto un sueño desgastado, casi prostituido... como muchas cosas que quiero, no llegan como hubiese deseado.

Tengo sueño, pero espero el desayuno que reemplaze el que quedo abandonado en mi cocina... otra vez tortilla de huevo sintetico!!! y mi cafe con leche... no importa, inclino el asiento y dejo de existir hasta que aterrizamos... ahora la desesperacion por salir...