Tragicomedia de la agonica modernidad

martes, noviembre 13, 2007

Sus ojos...

Bueno, cuando las cosas se ponen grises, buscas desesperadamente algo a lo que aferrarte para no hundirte, dejas de pensar en el cansancio, en el frio y el hambre, te enfocas en lo bueno y abrazas la fe, porque hasta el más ateo tiene fe en algo, y yo tengo fe en la humanidad, tengo fe en ciertas personas y no mucho más... espero poder ser una mejor persona algún día, espero ser un elemento positivo en la vida de alguien, e intento a la vez escuchar mi corazón y hacer lo que él quiera, tengo miedo de arrepentirme de no haber hecho algo o no haber dicho algo importante.

Ahora hay un par de ojos que contienen el cielo, que me dan la paz en momentos de guerra y con los cuales tengo esa complicidad que busco en la mirada. Yo quiero ser perfecta, pero no lo busco porque siendo realista estoy muy apegada a ciertos defectos, como mi impaciencia... es algo que sin ser bueno, hasta me gusta de mi, y cuando estoy con alguien, lo que menos quiero es que piense que soy perfecta, pero si que no le molesten mis defectos, así como tampoco espero alguien perfecto, y me interesan sus defectos a ver si me gustan. Y el dueño de esos ojos es perfecto para mi... y en poco tiempo ya casi me lee el pensamiento... yo creo que es porque con él hablo demasiado :)

El mundo se ha vuelto de colores y el sol... bueno, ya no es un elemento de muerte... hay que sonreir aunque estemos tristes, porque nuestra sonrisa puede alegrar a alguien, porque hay esperanza y algún día no habrá nadie que sufra.

Hoy cuando jugaba squash, me di cuenta de que hay muchos detalles en mi juego que reflejan un poco mi vida, cuando la pelota venía directamente a mi, como que me confundía, no sabía hacia que lado moverme y a lo único que atinaba era un intento burdo de pegarle y cerrar los ojos para no sentir el golpe... cuando no, si me parecía que había esperanza, me tiraba con todo, aunque más de un par de veces me azoté contra las paredes o terminé de guata en el suelo... y otras veces de verdad creía que eran imposibles, pero sin fe igual intentaba pegarle a la pelota... resultado, me llegaron dos pelotazos, me di contra la pared y el suelo, y de mis intentos desesperados, creo que de 100, hize dos o tres golpes maestros y en el resto di pena... pero bueno, sigo jugando... y hay veces que algo me sale bien, y otras 98 veces soy patética... :D

Etiquetas: